Signo de proteccón y amparo, que su sombra nos cobije siempre, que su luz nos guíe y nos acoja

lunes, 5 de julio de 2010

Profetas



Hace poco estaba haciendo limpieza en una estantería llena de libros.
Al ir limpiándolos, leía al azar algunos títulos, y uno llamó mi atención: Profecías del fin de los tiempos, o algo así. Estaba subida en lo alto de una escalera, y al leer el título, un impulso profundo me hizo arrojarlo contra el suelo sin dudar; para reciclar, es para lo único que puede valer esto. No me molesté en ver el nombre del autor, ni mucho menos en comprobar qué profecías contenía, ni siquiera averiguar si alguna se había cumplido dando validez al texto. No creo que la exactitud de una profecía garantice sus buenas intenciones. Cada día me parece más indecente profetizar si a la vez el presunto profeta no nos da una alternativa, una posibilidad de victoria, un camino que acabe en otro lugar. Hace tiempo, decidí negarme a que nadie me asustara. Algunos parecen hacerlo solo por el placer de someter y de ganar seguidores. Quiero caminar mirando al frente, viviendo en positivo, sin cocos en el armario, sin profetas que me hablen de fines terribles. Me niego; he pasado el ecuador de la vida y la muerte es una amiga que un día vendrá a buscarme, como a todos. Pero hasta esa cita ineludible, quiero ser libre y vivir plenamente. Me da lo mismo que haya o hubiera reptilianos, que el sol nos fría o que el cinturón de fotones nos regale a todos una iluminación fantástica. Ya perdí bastante tiempo en mi juventud con esas tonterías; igual que lo perdí intentando acaparar lo fundamental del conocimiento humano, hasta que comprendí que era demasiado para una sola mente y una sola vida. Devoré libros y ahora les limpio el polvo, y leo muy poco. Pero vivo mucho; hago, experimento en todos los terrenos posibles. Y pinto, cada día más. Y no me importará si llega el cumplimiento de terribles profecías y me pilla con el pincel en la mano emborronando un papel, o un lienzo, o un cartón o una madera.

2 comentarios:

  1. Brindo por tu mundo sin profecías.

    ResponderEliminar
  2. Lo importante es vivir cada instante plenamente y disfrutar del momento presente intensamente.
    Gracias y brindemos juntos.

    ResponderEliminar