Signo de proteccón y amparo, que su sombra nos cobije siempre, que su luz nos guíe y nos acoja

miércoles, 23 de febrero de 2011

Sacar la basura



Nos preocupamos por lo que comemos y respiramos, seleccionamos la mejor calidad posible en estas cosas muchas veces y creemos que con ello ya somos seres más espirituales, olvidándonos de lo más importante: las impresiones y personas que alimentan nuestra mente.

A veces tenemos gente tóxica a nuestro alrededor y no nos damos cuenta de cómo esas personas nos envenenan el alma.

Quizá tengan la mirada dulce de las gacelas, o el gesto pausado del sabio o el santo, quizá su boca luzca una magnífica sonrisa a la vez que de ella salen sapos y culebras.... ¿sapos y culebras? pobres sapos y pobres culebras......

No , es basura putrefacta lo que esparcen a su alrededor, es insania maloliente, que enferma y debilita el corazón que se abre a su perfume.

No verás en sus palabras un sentimiento verdadero, no asomará jamás su corazón en su mirada o sus palabras, su abrazo será frío y distante, por más brillante y aguda que pueda ser su mente.

Sus astutos argumentos podrán convencerte de casi cualquier cosa, pero nunca verás sus teorías respaldadas por la acción, nunca sus dichos se corresponderán con sus hechos.

Te hablará siempre mal de los ausentes y elogiará a los presentes; no buscará la paz sino la guerra, nunca el amor sino el odio, jamás se acercará a la luz, e intentará arrastrarte hacia las sombras.

Tratar de cambiar a seres así no es bondad sino necedad, temeridad de locos, delirio de egos inflados.

Amigo, en circunstancias así, lo mejor es sacar la basura, arrojarla bien lejos y cerrar la puerta con llave.

No vaciles, da un portazo y saca a gente así de tu vida si aún no lo has hecho; a lo mejor tu ego se resiente y protesta, pero no le hagas caso, piensa en la salud de tu alma y no vaciles.


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